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Cuadernos del Sur. Letras

versión On-line ISSN 2362-2970

Cuad.Sur, Let.  n.32-33 Bahía Blanca  2003

 

Nuevos aportes al estudio de la Función discursiva de los conectivos adversativos en el discurso periodístico del siglo XIX. El conector sino.

Elena Estela Pato

Universidad Nacional del Sur

Resumen
Dentro del marco general del análisis de los conectores adversativos con una perspectiva diacrónica en el discurso periodístico del español bonaerense de comienzos del siglo XIX, en este trabajo nos hemos centrado en el conector sino en el mismo período y en el mismo tipo de texto. El estudio describe las características lingüísticas de sino en el plano gramatical, sus valores semánticos y funciones pragmáticas, a fin de determinar, finalmente, su comportamiento discursivo en esa etapa de la lengua.

Palabras claves: Lingüística; Conectores; Español bonaerense.

Abstract
Whithin the framework of an analysis of adversative conectors approached from a diacronic perspective, this paper focuses on sino in order to determine its semantic, pragmatic and functional implications in 19 th century journalistic texts written in the spanish variety prevalent in the Province of Buenos Aires.

Keywords: Linguistic; Conectors; Spanish variety.

1. Presentación1.

El presente trabajo es parte de una investigación individual más amplia sobre los elementos de conexión textual, dentro del estudio de las relaciones entre discurso y gramática, con una perspectiva tanto sincrónica como diacrónica. Se enmarca, a su vez, en la investigación Un aspecto del proceso de estandarización del español bonaerense: los elementos de conexión textual en la que abordamos el estudio de los conectivos desde la perspectiva diacrónica -siglos XVII al XX-, como un aspecto de la evolución de la lengua en su estructura gramatical, dentro del proceso de su intelectualización y posterior estandarización.

En estudios anteriores hemos comprobado ya el rol central que cumplen los conectivos en el proceso de estandarización del español bonaerense (Pato de Valdez, 1996, 1997 y 2000). Continuando en la misma línea de investigación, nos hemos centrado luego en el estudio de una categoría de conectores, los adversativos, en un momento histórico particular, la primera década del siglo XIX -que marca los comienzos del periodismo en el Río de la Plata- y en un tipo de textos en especial -en textos correspondientes la prensa escrita- con el objeto de describir el valor discursivo de estos nexos.

En este marco general, hemos realizado ya el estudio de los valores discursivos de pero, no obstante y sin embargo, analizando su empleo y funcionalidad en el periodismo de este mismo período en textos de carácter académico (Pato de Valdez, 1998 y 1999). En lo que respecta a pero, la conclusión a la que arribamos en aquella oportunidad fue que, en relación al conjunto total de conectores adversativos usados en la lengua de la época en este tipo de discurso, es notorio el predominio de este conector sobre los demás nexos adversativos presentes en los textos, entre ellos sobre sin embargo y no obstante, presentando, además, en el discurso una amplia variedad de funciones. En efecto, según pudimos comprobar mediante el análisis semántico y pragmático de sus ocurrencias en el corpus de acuerdo con el enfoque teórico-metodológico de la teoría de la argumentación en la lengua de Jean-Claude Anscombre y Oswald Ducrot (1994), aparece en el español de la época como un conector polifunciona. Así, pero funciona como un conector contra-argumentativo directo e indirecto, lo que le permite intervenir en una multiplicidad de encadenamientos argumentativao, que, a la vez, explican la frecuencia de su uso en el discurso. En ese sentido, en comparación con sus reiteradas apariciones resulta escasísimo el empleo de otros marcadores adversativos como no obstante y sin embargo, más frecuentes en el español bonaerense de etapas posteriores.

En lo referente a sin embargo y no obstante, la conclusión extraída de nuestra investigación sobre su funcionamiento discursivo fue que, argumentativamente, ambos intervienen también en contra-argumentación directa e indirecta, y en este uso cubren uno de los valores de pero, conector que en ciertos contextos los reemplaza2.

Es por ello que, siguiendo con el estudio de los conectores adversativos en la primera década del siglo XIX en el discurso periodístico, en el presente trabajo nos proponemos continuar con el análisis de los valores discursivos de esta categoría, centrándonos ahora en el elemento sino. Como en las ocasiones anteriores, nuestro objetivo es determinar las características semánticas, pragmáticas y funcionales de sino en el discurso periodístico del español bonaerense de la época que nos ocupa, como un aporte necesario para establecer, finalmente, los rasgos diferenciadores de las distintas unidades que componen el sistema de los conectores adversativos en esta etapa de la lengua y en el mismo tipo de textos.

2. Enfoque teórico-metodológico.

Dentro de los enfoques teórico-metodológicos posibles para el estudio de la conexión textual en textos monológicos, en nuestros trabajos previos referidos a pero, no obstante y sin embargo, -como ya adelantáramos- hemos seguido los lineamientos de la argumentación en la lengua de Anscombre y Oswald Ducrot (1994), que, por otra parte, han demostrado ser particularmente aptos para explicar el funcionamiento discursivo de los mismos. Al focalizar ahora sobre el conector sino, nos mantenemos, por tanto, dentro de esos mismos lineamientos. Asimismo, en lo que hace a los estudios actuales de los conectores, hemos tenido en cuenta, además, los trabajos de José Portolés (Portolés, 1995) y de Catalina Fuentes Rodríguez (1987) realizados sobre la base del español peninsular de la época actual, y el estudio sobre los marcadores discursivos de María A. Martín Zorraquino y Estrella Montolío (Coord.) (1998), que reúne diversos trabajos tanto teóricos como de análisis textual, en los que sus autores abordan la temática de los conectores sobre la misma variadad de español y la misma época. En lo que respecta al comportamiento de sino en el plano gramatical, hemos seguido estudios tales como el de Ana María Echaide (1974) sobre la coordinación adversativa, el de Ana María Barrenechea (1979) sobre los valores semánticos de la coordinación y su contribución al discurso, los puntos de vista de Ofelia Kovacci sobre la coordinación (Kovacci 1986 y 1990), como asimismo, el trabajo de José Camaño (2000) sobre la misma temática, incluido en Ignacio Bosque y Violeta Demonte (Coords.) (2000).

Según Portolés, (1995:253) "un conector discursivo es una unidad de la lengua que vincula semántica y pragmáticamente dos miembros del discurso", es decir, dos enunciados. A diferencia de pero, que en el ámbito oracional puede conectar palabras, construcciones y cláusulas y en el textual, enunciados; de no obstante y sin embargo, que en el plano oracional acompañan a un coordinante o matizan la coordinación sin nexo, y en el plano textual vinculan enunciados diferentes, sino funciona únicamente dentro de los límites de la oración y conecta dos cláusulas, como se observa en el ejemplo No va a ir al cine sino que se va a quedar en su casa, donde, además, aparece en la forma alternante sino que.

Por otra parte, tal como señala también el mismo autor (Portolés 1995:254), las secuencias conectadas suelen estar formadas por enunciados que poseen entre sí un estrecho vínculo argumentativo y los conectores reflejan este hecho. De acuerdo con ello, al analizar el conector sino en los textos del corpus, al igual que en el caso de pero, sin embargo y no obstante adoptamos una perspectiva que tiene en cuenta las secuencias discursivas relacionadas argumentativamente, en las que se consideran tanto los valores semánticos del conector como sus funciones pragmático-discursivas. Es por ello que, si bien el funcionamiento gramatical de sino se ajusta al que se le asigna habitualmente en el marco de la sintaxis oracional (véanse en tal sentido los autores anteriormente señalados), de acuerdo con su particular comportamiento en las secuencias argumentativas en las que participa, consideramos que sino puede incluirse dentro del concepto amplio de marcadores discursivos3, desde una perspectiva que -como señala Martín Zorraquino (1998:9)- da prioridad a la descripción y explicación de los fenómenos propios del uso, frente a los más propiamente sistemáticos o estructurales que explica la gramática.

3. Fuentes documentales.

Las fuentes documentales utilizadas para el estudio de los conectores adversativos correspondientes a la primera década del siglo XIX, están constituidas por textos pertenecientes a tres periódicos representativos de la época. Ellos son El Telégrafo mercantil, Rural, Político, e Historiográfico del Río de la Plata (Buenos Aires, 1801-1802), el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio (Buenos Aires 1802 -1807, y el Correo de Comercio, Buenos Aires (1810-1811). En el caso particular del estudio de sino, en esta primera etapa, nos hemos centrado en los usos registrados en el periódico El Telégrafo mercantil únicamente4. Los artículos seleccionados para la constitución del corpus corresponden tipológicamente a lo que se denomina "prosa académica general" y "prosa académica de la ciencia natural" (Atkinson 1996:352). Los mismos versan sobre economía, comercio, agricultura, producción, ciencia y arte.

4. Uso y funcionalidad del conector sino en los textos del corpus.

En este apartado consideramos las características lingüísticas del conector sino correspondientes al plano gramatical, como asimismo sus valores semánticos y pragmático discursivos en los textos periodísticos de comienzos del siglo XIX, tal como se ven reflejados en El Telégrafo mercantil.

4.1. Plano gramatical.

Hay coincidencia entre los gramáticos en reconocer el valor exclusivo del coordinante sino dado que exige una negación en el primer miembro de la contraposición (Echaide 1974-75:9, RAE, 1979:512, Alcina y Blecua 1983:1180, Kovacci 1986:80 y 1990:152 y Camacho 2000:2692, entre otros). En lo correspondiente a este plano, al igual que ocurre en la lengua actual, una primera característica que presenta el conector sino es su pertenencia exclusiva al ámbito oracional, puesto que -como acabamos de señalar- funciona como una conjunción coordinante. Debido a ello sino tiene menores posibilidades de movilidad que pero -que, como se vio, funciona tanto entre cláusulas como entre oraciones- y que los conectores extraoracionales del tipo de sin embargo y no obstante, que aunque con alguna diferencia que ya hemos señalado, tienen también similar distribución. De tal forma, y, a diferencia de estos y de pero, sino no se encuentra conectando oraciones ni párrafos. Teniendo en cuenta esta particular distribución gramatical y como principio de sistematización, que va asociada, además, con sus funciones discursivas, en los textos del corpus se han tenido en cuenta los usos seriales y aseriales del conector.

En su uso serial sino conecta dos miembros equivalentes -palabras, sintagmas y cláusulas- como en la oración No corre sino vuela. Su uso aserial, en cambio, se produce cuando se elide totalmente el primer elemento de la contraposición con sino y, en consecuencia, no conecta dos miembros de la misma categoría sino dos estructuras gramaticalmente distintas, tal como se observa en el ejemplo A mí no me quedaba sino resignación.

A su vez, dentro de los usos seriales de sino se consideran dos casos. En el primero, o explícitamente serial, están expresos los dos miembros de la coordinación, como lo muestra el ejemplo dado en primer término No corre sino vuela, donde los dos miembros que conecta sino tienen funciones equivalentes. En el segundo, o uso implícitamente serial, los dos miembros tienen funciones no equivalentes, como en el ejemplo No tuvimos nuevas noticias sino las de siempre.

En las construcciones implícitamente seriales, en que las funciones de los dos miembros contrapuestos son no equivalentes, siguiendo a Barrenechea (1979:21-37) y a Kovacci (1986:103-119), entendemos que en el primer miembro hay omisión de elementos que luego aparecen en el segundo o viceversa, por lo cual en superficie sino no conecta cláusulas completas sino partes de cláusulas. Barrenechea trata los problemas que surgen de la descripción de estas construcciones de miembros no equivalentes como conjunción de cláusulas (subyacentes o elípticas) frente a su descripción como conjunción de frases: Trabaja pero (trabaja) con ritmo lento. Si bien la autora considera únicamente casos de y ( Juan estudia ingeniería y Pedro abogacía) y de pero (Trabaja, pero con ritmo lento), creemos que el fenómeno alcanza también al conector disyuntivo sino5. Es por ello que en este trabajo se consideran y explican como omisión o elipsis con diversos alcances los usos de sino entre palabras o entre frases tales como los ejemplificados en las siguientes enunciados del corpus:

Esta controversia no es de ahora, sino[que fue ] promovida mucho antes... (El Telégrafo Mercantil, 23-5-1802 :49).

Para interpretar el uso de sino en construcciones seriales superficialmente no equivalentes como en este último ejemplo, donde hay dos elementos contrapuestos (ahora-antes), es necesario interpolar el verbo auxiliar en perfecto simple fue de la frase verbal fue promovida. Al reponer el núcleo verbal finito, se hace necesario reponer también la conjunción que, que en estos casos acompaña a sino.

En los usos aseriales, en que sino conecta constituyentes de funciones no equivalentes, para interpretar la construcción como elíptica el conector se debe reemplazar por la forma si + no de la cual proviene (Echaide 1974:18, Fuentes Rodríguez 1988:44)6 y reponer en el segundo miembro el elemento de la contraposición omitido en el primero. Así, según esta interpretación, en el siguiente ejemplo con referencia a la lengua guaraní en que sino aparece contrastando miembros de funciones no equivalentes, la construcción

(...) nosotros no tenemos caracteres para pronunciar sus nombres, sino muy defectuosamente. (Telégrafo, 27-6-1802:163)7.
se transforma en
(...) nosotros no tenemos caracteres para pronunciar sus nombres [si no los tenemos] muy defectuosamente.

Ambos tipos de construcciones de sino -si + adverbio no y sino- se usan en el español bonaerense actual.

4.2. Plano semántico.

Como han señalado los gramáticos -entre otros Echaide (1974-75:18), Kovacci (1986:192), Fuentes Rodríguez (1988: 43)- desde el punto de vista sintáctico, la construcción con sino requiere una negación explícita en el primer constituyente, excepto cuando el miembro que sigue a sino es correlativo de un pronombre interrogativo que se encuentra en el primero (ver infra 4.3.2.1). Desde el punto de vista semántico sino se considera el nexo prototípico de la oposición exclusiva6. Como acabamos de señalar, exige la negación en el primer miembro para apoyar o acentuar contrastivamente el segundo.

En los textos del corpus, como conector adversativo sino presenta los valores que los gramáticos coinciden en reconocer como excluyente, exclusivo o sustitutivo (Echaide 1974-75, Barrenechea 1979, Kovacci 1986, Alcina y Blecua 1975 respectivamente); exceptivo (Alcina y Blecua 1975) y aditivo (R A E, Esbozo 1973) o no excluyente de coexistencia explícita (Barrenechea 1979). Según hemos podido comprobar en los usos analizados en las fuentes periodísticas, estos valores semánticos de sino, dada su estrecha vinculación con lo pragmático, tienen claras implicancias discursivas, por lo que los abordaremos a continuación en el marco de la problemática de su funcionamiento en el plano pragmático-discursivo.

4.3. Plano pragmático-discursivo.

Una característica fundamental que presenta el conector sino en el nivel pragmático-discursivo que pudimos corroborar en los textos del corpus es que, a pesar de poseer valor semántico adversativo y de indicar contraposición de elementos, en el encadenamiento argumentativo de los enunciados no funciona como conector contra-argumentativo, valor que, como anticipáramos en la introducción, presentan en estos mismos textos pero, sin embargo y no obstante. En efecto, de acuerdo con lo que hemos podido comprobar en los usos de sino en el corpus, este conector no es por sí mismo argumentativo, puesto que no conecta argumentos a favor o en contra de una conclusión como lo hacen los miembros del sistema antes mencionados. Sin embargo, el enunciado en el que se encuentra incluida la oposición que establece sino, argumentativamente sí puede estar co-orientado o contraorientado con respecto a determinada conclusión, según se deduce de los ejemplos que se analizan a continuación. Dicho enunciado presenta mediante sino una contraposición entre sus dos miembros, que expresa en todos los casos, alguno de los matices semánticos reconocidos por los gramáticos antes mencionados, que siguiendo a Barrenechea (1979) clasificaremos como: a) contraposición excluyente, b) contraposición exceptiva o no totalmente excluyente y c) contraposición no excluyente o de coexistencia explícita.

Ahora bien, del análisis de los usos de sino en el corpus se desprende, que, si bien por sí mismo no funciona argumentativamente, como hemos anticipado, los tres valores semánticos básicos que presenta el conector, convergen funcionalmente como tres recursos de realce, hacia una única función discursiva de sino que pragmáticamente consiste en dar fuerza o relevancia informativa al argumento co-orientado o contra-orientado a favor de una conclusión.

Analizaremos a continuación los tres valores semánticos de sino, tal como aparecen testimoniados en nuestras fuentes documentales de principios del siglo XIX, integrados a los tipos de construcciones gramaticales señaladas en 4.1.

4.3.1 Sino excluyente o exclusivo.

Se corresponde con la función pragmática reformulativa-rectificativa. Este valor pragmático-discursivo de sino se expresa gramaticalmente a través de las construcciones explícitamente seriales. La forma canónica lleva expresos los dos miembros con equivalencia de funciones. En este uso el conector sino se une a la conjunción subordinante que -excepto cuando el verbo se encuentra omitido- como ocurre en el ejemplo que presentamos a continuación perteneciente al texto "Memoria sobre los medios de facilitar el establecimiento de Capillas en la vanda del N. del Río de la Plata..." (Telégrafo 27-6-1802:160). En él se exhorta a los habitantes de la campaña a la unión para combatir los robos y perjuicios que les ocasionan los habitantes de la frontera :

1. No amados compatriotas. Depongamos ese pernicioso egoísmo, aquella lamentable inhercia que nos ha conducido (...) á ver la escena de nuestra campaña saqueada por una multitud de foragidos nacionales y extrangeros. Muy bien dijo Platón que no hemos nacido para nosotros únicamente sino que una parte de nuestro nacimiento debemos a nuestra Patria, otra a nuestros padres, y otra a los amigos. (Telégrafo 27-6-1802:160).

La exhortación, "Depongamos ese pernicioso egoísmo, aquella lamentable inhercia."que funciona en esta secuencia a modo de conclusión, queda avalada por el enunciado que le sucede "Muy bien dijo Platón que no hemos nacido para nosotros únicamente sino que una parte de nuestro nacimiento debemos a nuestra Patria, otra a nuestros padres, y otra a los amigos". A su vez, la cláusula sustantiva en discurso indirecto que cita las palabras de Platón, consta de dos miembros que conecta sino. El primer miembro, que contiene la negación no, es un argumento co-orientado con la conclusión ya que de él se infiere "hemos nacido también para otros". El segundo miembro de la cláusula: "una parte de nuestro nacimiento debemos a nuestra Patria, otra a nuestros padres, y otra á los amigos", refuerza esta inferencia. Sin embargo, dentro de la cláusula aparecen los dos miembros contrapuestos entre sí mediante la construcción con sino, aunque como hemos visto, ambos apoyen la misma conclusión.

Discursivamente esto ocurre debido a que la oposición con sino obra en este caso como un mecanismo de reformulación de lo dicho en el primer miembro, según el concepto de reformulación que Portolés aplica al funcionamiento de los conectores (1998:249)8. Esta reformulación tiene carácter de rectificación ya que corrige o rectifica lo expresado en el primer miembro, que pierde de este modo validez, y destaca, en cambio, lo dicho en el segundo. El rechazo o la rectificación del primer miembro -más aparente que real, puesto que el primer miembro negado apoya la misma conclusión que el segundo- obra como verdadero recurso de realce de la información que se da en este último y que contiene lo informativamente nuevo, lo que se acepta como lo único válido para el locutor. Por tanto, a nuestro entender, en estas construcciones de valor excluyente o exclusivo sino funciona discursivamente como un operador pragmático reformulador, que da relevancia informativa al nuevo punto de vista del locutor, quien presenta el segundo miembro como el único válido, para lo cual rectifica lo dicho en el primero.

Continuando con el análisis de los usos de sino exclusivo en el corpus, en el ejemplo siguiente se puede hacer el mismo razonamiento que en el anterior. Dicho ejemplo consta de dos enunciados conectados por el conector adversativo pero. La diferencia con respecto al caso antes tratado reside en que el segundo enunciado, que es el que, a su vez, contiene la contraposición con sino, se encuentra contra-orientado por medio de pero con respecto al anterior. Este ejemplo se refiere al hecho de que Enio Tullio Groppe, editor del periódico, responde a D. Juan de Alsina y a alguien que en forma anónima ha escrito al periódico para impugnar la pretendida fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, en lugar de la posición tradicional que se la atribuye a D.Pedro de Mendoza. El texto dice así:

2. Lo sensible es que el Anónimo no nos haya indicado la fuente de donde bebió estas especies para discutir y hacer un crítico juicio de la tradición; pero debe estar entendido que esta controversia no es de ahora, sino promovida mucho antes por varios literatos de la Argentina (Telégrafo 23-5-1802: 49).

El enunciado que antecede a pero permite la inferencia "la controversia no está documentada, no hay fuentes porque es nueva". El segundo enunciado, introducido por pero, es contra-argumentativo indirecto con respecto al anterior puesto que, por medio pero, permite inferir lo contrario a la inferencia que se obtiene del primero, o sea "no es nueva, hay fuentes, está documentada". Pero, a su vez, este segundo enunciado, que como hemos dicho está argumentativamente contra-orientado con respecto al primero, sintácticamente tiene en función de sujeto del núcleo verbal (debe estar entendido) una cláusula sustantiva que presenta por medio de sino, una oposición entre sus dos miembros, entre una negación no y una afirmación, y entre dos expresiones temporales: ahora y mucho antes. Esta oposición que se establece al negar una idea y afirmar otra, que destaca el nexo sino, obra, también en este caso, como explicamos en relación con el primer ejemplo, como verdadero mecanismo de reformulación correctivo refutativo, pero en realidad constituye un recurso de relevancia del segundo elemento, lo informativamente nuevo, es decir, "Esta controversia es de mucho antes" y, a la vez, apoya la conclusión contraria a la que se infiere del primero, o sea "No es nueva, hay fuentes, está documentada".

Como se ha visto en los dos ejemplos anteriores, el efecto pragmático-discursivo de realce que se logra mediante la oposición a través de sino es independiente de la función sintáctica que cumplen los elementos conectados. En el caso siguiente los miembros contrapuestos son dos cláusulas adverbiales causales que de la misma manera que en los anteriormente analizados, la segunda presenta el punto de vista válido y excluye, por lo tanto, como no válido lo expresado en el primero, que aparece negado:

3. ...si Garay puso ese nombre a la ciudad, no fue porque en dicho día hiciese la fundación, sino tal vez porque este fue el nombre Eclesiástico que Mendoza dió á la Ciudad desde la fundacion primera... (Telégrafo, 23-5 1802:51)

La negación obligatoria del primer miembro que exige sino en la mayoría de los casos se expresa en los textos del corpus por el adverbio no, tal como se ha visto en los ejemplos dados hasta ahora, pero hemos registrado también en la misma función el uso de nada y de jamás en casos como los siguientes:

4. Nada más dirían sino que semejantes expresiones merecen ser proscriptas como gentílicas... (Telégrafo, 9-5 1801: 89)

5.....jamás ha viajado por nuestra campaña ni ha salido de las murallas de Montevideo sino cuando mas á dar tal cual tarde un paseo" (Telégrafo, 27-6-1802:161)

Como se ha señalado reiteradamente, y según lo atestiguan, además, los casos registrados, sino requiere una negación en el primer elemento, de modo que cuando este primer elemento no es negativo es necesario buscar otra fórmula que sustituya a sino. Una forma de sustitución de sino registrada en el corpus es pero no con el mismo valor exclusivo de aquel. Así, un enunciado como:

El hombre, dice Seneca, nace en la ignorancia pero nó en los errores (Telégrafo 27-5-1801:130)

mediante tal sustitución resultaría equivalente a:

El hombre, dice Seneca, no nace en los errores sino en la ignorancia.

El valor excluyente del miembro que sigue a sino en la lengua actual suele estar atenuado. En efecto, en el español bonaerense de nuestros días esta atenuación se efectúa mediante conectivos textuales cohesivos con matiz atenuativo como más bien, cuando sino aparece en los contextos en que se emplea solo -como en el ejemplo de referencia- y mediante esta misma expresión y otros adverbios y expresiones adverbiales con ese matiz como al menos y por lo menos, adverbios cuantificadores como apenas, y restrictivos como solamente, sólo, tan sólo, cuando sino adopta la forma alternante sino que. Sin embargo, según hemos podido comprobar tambien en estudios previos sobre la temática de los conectivos en general (Pato de Valdez,1996, 2000), en las fuentes periodísticas de principios del siglo XIX no se registran casos de usos atenuados de sino.

4.3.2. Sino exceptivo.

Este matiz semántico se corresponde con su valor pragmático- discursivo focalizador.

Como hemos anticipado, las construcciones seriales de sino de miembros con funciones no equivalentes, presentan la omisión de parte de uno de los dos miembros de la contraposición, construcción que pragmáticamente determina su efecto focalizador. En los textos periodísticos de principios del siglo XIX encontramos ya las tres formas sintácticas propias del uso de sino exceptivo que señalan los gramáticos en la lengua actual, que en las fuentes periodística se corresponden, a su vez con las tres construcciones siguientes:

4.3.2.1. La primera forma de sino exceptivo no exige una negación previa explícita y aparece tras una interrogación (Kovacci, 1984:46)9. Este empleo de sino -como se vio anteriormente (véase supra 4.1.y n.6)- parece corresponder a la estructura originaria "si no ..." Para Fuentes Rodríguez (1988:44), en esta construcción se percibe aún el origen del conector, lo cual -según la autora- mostraría que se halla aún en el proceso de gramaticalización. Veamos el siguiente ejemplo del corpus:

6. ¿Quién sino Cerviño podría permanecer tanto tiempo sin tocar la utilidad física de su trabajo, y seguir con tanto ardor, y ahinco en las ideas que se propuso, en el estado de incertidumbre? (Telégrafo 21-3-1802:174).

Los gramáticos coinciden en afirmar que en la lengua actual, en esta construcción sino es reemplazable por excepto y salvo, (Academia 1928:340), Fuentes Rodríguez, 1988:44, entre otros). A su vez, esta construcción con sino es equivalente a la forma "declarativa"

Nadie sino Cerviño podría permanecer tanto tiempo sin tocar la utilidad física de su trabajo, y seguir con tanto ardor, y ahinco en las ideas que se propuso... (...).

Asimismo, se corresponde con el ejemplo "¿Quién creerá eso sino tú?", que ofrece la Gramática de la RealAcademia, (1928 parágrafo 340) citado por Echaide (1974-75:19)10, equivalente en su forma declarativa a "Nadie sino tú creerá eso". Según la autora, de los dos miembros contrapuestos, X sino Y, Y está incluido en el campo semántico de X, por lo que pertenece a su misma categoría. De igual forma, en el ejemplo anteriormente citado, Cerviño está incluido en el contenido del pronombre quién en la oración interrogativa, y en el de alguien en la declarativa, que aparece enunciado en su forma negativa a través del pronombre indefinido nadie. Según han hecho notar algunos gramáticos (Academia 1928, Echaide 1974-75:), en estos ejemplos los términos contrapuestos son de distinta extensión, por lo que se entiende que la contraposición está referida siempre a un único miembro de la clase, que es aquel al que refiere el enunciado, en este caso a Cerviño, de ahí la denominación de exceptivo que se le asigna a sino en esta construcción. Este único miembro en el que recae la restricción, es el que se focaliza, el que se exceptúa de la totalidad expresada por el relativo con valor de generalidad quien, y por el indefinido negativo nadie, de modo tal que este elemento se constituye en foco de la información.

Por otraparte, si se confronta la construcción interrogativa con sino "¿Quien sino Cerviño permanecía...? en la que -como hemos dicho- se focaliza en un único miembro de la clase a que se alude, con la forma declarativa "Cerviño permanecía mucho tiempo sin tocar la utilidad de su trabajo, .... ", se aprecia claramente el realce informativo que le confiere al enunciado la contraposición de los términos (Quién/Cerviño) mediante sino, al que llamamos exceptivo frente a la forma que se limita, simplemente, a enunciar el hecho sin conferirle ningún realce informativo.

4.3.2.2. La segunda forma de uso de sino exceptivo es la que lleva negación previa. Para Kovacci, en esta construcción de sino el primer constituyente se presenta a consideración del hablante, quien lo rechaza y lo suple por el segundo. Según la autora, tal expresión puede parafrasearse: No afirmo A (y lo sustituyo) y, por el contrario afirmo B (Kovacci 1984:46 n.4). Coincidentemente, Echaide (1974-75:18-19) señala que este uso de sino corresponde a las construcciones " no X sino Y", en las que X representa la totalidad del universo negado - en el caso del ejemplo que se da a continuación, caracteres - del que luego se exceptúa el elemento Y. Semánticamente se establece una contraposición entre la totalidad negada en el primer miembro y lo que se excluye o exceptúa de esa negación mediante sino (Barrenechea 1979:18, Fuentes Rodríguez 1988: 44, Echaide, 1974-75:19), tal como se comprueba en el ejemplo siguiente:

7. En muchas Naciones sus palabras [las del guaraní] son tan largas, sincopadas, y diptongadas, que nosotros no tenemos caracteres para pronunciar sus nombres , sino muy defectuosamente. (Telégrafo, 27-6-1802:163).

Entre los casos de esta construcción de sino exceptivo que ofrece el corpus destacamos el siguiente ejemplo, en el que el segmento afirmativo del enunciado en contraposición con el segmento negativo que le antecede, aparece realzado con cuando más:

10. Pero disculpemosle porque jamás ha viajado por nuestra campaña ni ha salido de las murallas de Montevideo sino cuando mas á dar tal cual tarde un paseo" (Telégrafo, 27-6-1802:161).

En el mismo tipo de construcción, la función de sino la pueden cumplir también más que y excepto,como ocurre en los ejemplos que ofrecemos a continuación:

8. ...nada más le debe Buenos Aires que un total abandono y tedio desde que arribó (Telégrafo 23-5-1802:49).

9... bueno es que se sepa que excepto el callao de Lima no hay, ni se conoce otro puerto que tenga el privilegio de no sufrir temporales. (Telégrafo 23-5-1802:37).

Asimismo, en los textos de principios del siglo XIX se encontró con valor exceptivo el uso de a no ser que, presente también en la lengua actual, como lo muestra el caso siguiente:

11. (...) las tareas insuperables de una Profesión muy discorde con la Medicina, cuasi no vacan un momento adaptable al estudio de su propósito (...) a no ser que sin rubor quisiera parecer un empirista mentecato (Telégrafo 21-3-1802:30)

4.3.2.3. La tercera forma de uso de sino exceptivo corresponde a las construcciones aseriales que sufren la supresión total del primer elemento de la contraposición. El ejemplo que ilustra este empleo de sino en la lengua actual, presentado ya anteriormente, es A mí no me quedaba sino resignación. Este mismo uso de sino se observa en el corpus en casos como el que analizamos a continuación.

El párrafo pertenece al texto ya citado "Memoria sobre los medios de facilitar el establecimiento de capillas en la vanda del Norte del Río de la Plata" (Telégrafo 27-6-1802:89). Para ilustrar el efecto focalizador de la construcción con sino, analizaremos la secuencia argumentativa de los enunciados. En el fragmento que sirve de ejemplo se argumenta a favor de la justificación de la falta de evangelización en una zona de frontera. Es decir que, si bien se reconoce como cierto que existe poca evangelización en esa zona, el hecho se debe no a la falta de trabajo evangelizador, sino al poco tiempo transcurrido desde que se inició la conquista en esa región y por ende su evangelización.

12. Si es tan moderna la población de estas cercanías, ¿qué se debería decir de nuestras Fronteras? Yo no me atrevo a darle dos décadas cuando nuestro pastor trae a colación tantos centenares de años.
Yo ciertamente no comprendo lo que nos quiere decir [nuestro Pastor]
cuando dice, que en más de tres siglos de conquista no se ha oído en las
Fronteras la voz del Evangelio. Es verdad que la Isla de Cuba fue descubierta
por Colón en los años de 1492; pero Cortés no descubrió México sino en
1520, y Pizzarro no le conquistó el Perú sino en 1525 en que se apoderó
del Inga Atahualpa. Y si nos hemos de contraer como debemos á nuestro
Rio Paraná Guazú, Solis no salió de Puerto de Lope, sino en el mes de
Octubre de 1515, y Gaboto que convatió, y se internó ácia el Paraguay,
no salió de Sevilla sino en 1526" (Telégrafo 27-6- 1802:89).

El enunciado "en más de tres siglos de conquista no se ha oído en las Fronteras la voz del Evangelio" apoya la conclusión "Pasó mucho tiempo y hubo poca o niguna evangelización". El enunciado siguiente consta de dos miembros. El primero, "Es verdad que la Isla de Cuba fue descubierta por Colón en los años de 1492", está co-orientado con el anterior, hace una concesión y favorece la misma conclusión ("Pasó mucho tiempo y hubo poca o niguna evangelización"). Pero el segundo miembro, introducido por el conector contra-argumentativo pero introduce un argumento contraorientado, con información nueva, contrario a las expectativas despertadas por el primero y el segundo, porque favorece la conclusión opuesta, es decir, "no han pasado tantos años". En ese enunciado contra-argumentativo introducido por pero, el primer segmento negado con no apoya precisamente la conclusión que se quiere defender: "no han pasado tantos años". La excepción a esa negación se pone de relieve por medio de su correlato negativo sino, y constituye el segundo segmento, "sino en 1525". La correlación no-sino pone de relieve la falta de conquista, cuyo límite está dado por "sino en 1525" como hecho que favorece la conclusión "no tanto tiempo" (no 300 años) aunque se acepte "poca evangelización". En este último caso, la correlación no-sino admite como límite y refuerzo el elemento hasta o recién, usados en el español bonaerense de nuestros días en este tipo de construcciones, pero que no se registraron en los textos del corpus. Finalmente, consideramos que la correlación no-sino en la construcción de sino exceptivo que ilustra este ejemplo cumple la misma función pragmática de realce que se advierte en el primero y segundo caso analizados, aunque ahora con más énfasis aún que en las construcciones anteriores, puesto que se halla intensificada por la falta del elemento contrapuesto en el primer miembro, explícito en los dos casos de sino exceptivo anteriormente presentados, y que aquí se omite totalmente.

Igual estructura sintáctica tienen los enunciados que siguen ("y Pizzarro no le conquistó el Perú sino en 1525", etc.), en el que la correlación no-sino cumple la misma función de realce que se ha señalado en el primero.

4.3.3. Sino en contraposición no excluyente o de coexistencia explícita.

Las ocurrencias de sino en esta construcción se expresan en la lengua actual mediante la fórmula no sólo .. sino que, y constituyen usos seriales de sino de funciones equivalentes, como por ejemplo en No sólo estuvo de acuerdo sino que, además, dio dinero (Barrenechea 1979:18).

Esta construcción de sino lleva también en el primer miembro negación obligatoria. Se niega así la validez única de este, lo cual implica, a la vez, la validez y afirmación del segundo. En la lengua actual, esta negación del primer miembro como único válido suele reforzarse mediante los adverbios restrictivos sólo, solamente, únicamente. Asimismo, la afirmación de la validez simultánea también del segundo, determina la presencia ante el mismo de conectores textuales cohesivos con valor aditivo tanto positivos como negativos como pueden ser también, además, incluso, tampoco, ni siquiera, etc. Si bien estos conectores textuales no son obligatorios, cuando se emplean actúan semánticamente como un refuerzo aditivo que, precisamente, da relevancia a la información contenida en este segundo miembro, tal como lo muestra el ejemplo del corpus periodístico que damos a continuación. El fragmento pertenece a "Examen crítico de la época de la fundación de Buenos Ayres promovido por el Memorial de Enio Tullio Grope, que se halla en el segundo Tomo del Telégrafo" (Telégrafo, 10-1-1802:15). En el párrafo anterior al que se cita, el autor refiere que Juan de Garay había fundado Santa Fe en 1573 y se encontraba entonces en posesión de la misma, cuando Gerónimo Luis de Cabrera decide disputarle su tenencia. Cabrera despacha a Santa Fe a Nuflo de Aguilar con el propósito de que gestione ante Garay la entrega de la ciudad a Cabrera, pero Garay se niega rotundamente a hacerlo. En el párrafo siguiente el autor continúa su relato diciendo:

14. En estas altercaciones se hallaban Garay y Aguilar quando descubrieron por el Río Quilóasa tres Canoas de Indios Guaranís, que se dirigían a Santa Fe: venía en una de ellas Yamandú Cacique de esta nación, enviado por el adelantado Juan Ortiz de Zárate, con Pliegos para Garay, en los cuales no solo le confería la Tenencia de la Ciudad y su distrito, sino que también le pedía socorro en la amarga situación en que se hallaba con toda su Armada por la gran falta de víveres. (Telégrafo, 10-1-1802:15).

La fórmula no sólo ... sino que también, empleada en el texto en contraposición no excluyente o de coexistencia explícita negando la validez única del primer miembro por la negación del elemento restrictivo sólo (" no sólo le confería la tenencia..."), intensifica en este caso su contenido aditivo mediante la presencia del conector textual cohesivo también. En efecto, al presuponer un elemento anterior ("le confería la Tenencia de la ciudad y su distrito"), también cobra valor anafórico, lo que hace que la fórmula se convierta en un recurso de cohesión textual aditivo de mucho mayor fuerza que el que se obtendría con el uso del conector copulativo y únicamente, según se puede observar sustituyendo la construcción no solo ... sino que también, presente en el ejemplo del corpus seleccionado, por la construcción copulativa con y:

(...) en los cuales le confería la Tenencia de la Ciudad y su distrito, y le
pedía socorro en la amarga situación en que se hallaba ...

en la que se aprecia que, si bien el valor semántico aditivo es el mismo en los dos casos, el efecto pragmático de realce del segundo miembro de la conexión es mucho más fuerte en el segundo.

Así, en coincidencia con Fuentes Rodríguez (1998:45), consideramos que esta diferencia surge del hecho de que, frente a la mera adición que marca y conectando dos cláusulas, la construcción aditiva no sólo... sino que también no se limita a conectar las dos cláusulas sino que, además, proporciona otra información. Informa acerca de que si bien el locutor conocía, esperaba o aceptaba A como única expectativa -en el caso del ejemplo, que se le confería a Garay la tenencia de la ciudad y su distrito- a ello se suma mediante el empleo del conector textual aditivo también, lo no conocido y, por lo tanto, no esperado, o sea B -en este caso, que le pedía socorro en la amarga situación en que se hallaba- que es precisamente lo que elige o afirma el locutor como también válido y que presenta en su discurso como informativamente nuevo mediante el recurso de la construcción de sino aditivo o de coexistencia explícita.

Ahora bien, de las cuatro posibles combinatorias que ofrece la fórmula usada para la expresión de la validez explícita de los dos miembros, (- -), (+ -), (-+), ( ++) (Barrenechea, 1979:18)11, todas presentes en la lengua actual, únicamente se encontró en el corpus aquella que combinan sólo dos elementos positivos, como la que ilustra el ejemplo dado. En cuanto al uso de las formas restrictivas que, como hemos dicho, refuerzan la validez única de la negación de ese primer miembro en el español bonaerense de hoy, como sólo, solamente, únicamente, en las fuentes periodísticas que constituyen el corpus se encontró únicamente sólo. A su vez, de los enlaces textuales cohesivos aditivos afirmativos y negativos que aparecen en el segundo, usadas también habitualmente en la lengua actual, como también, además, incluso, tampoco, ni siquiera, etc., en el corpus de principios del siglo XIX se encontró únicamente también.

5. Conclusiones.

Del análisis de los textos del corpus que hemos realizado se desprenden las siguientes conclusiones:

En primer lugar, debemos señalar que todos los usos básicos del conector sino propios de la lengua actual, están presentes ya en el español bonaerense de principios del siglo XIX, tal como se puede observar en la variedad de construcciones registradas.

En segundo lugar, una característica fundamental que presenta el conector sino en el discurso periodístico de la primera década del siglo XIX, en coincidencia también su empleo en el español bonaerense actual, es que sino no funciona por sí mismo como conector argumentativo, como ocurre con los adversativos pero, sin embargo y no obstante. Sin embargo, tal como hemos mostrado en cada uno de los ejemplos analizados, sino coadyuva a la argumentación. En efecto, en la secuencia argumentativa de los enunciados la conexión mediante sino que da fuerza y realce al argumento que favorece una determinada conclusión y, en ese sentido, se diferencia claramente de pero, sin embargo y no obstante que funcionan en el discurso como conectores contra-argumentativos. No obstante, a pesar de que no participe en la argumentación en forma directa como lo hacen los otros miembros del sistema estudiados, por su funcionamiento pragmático de acudir en apoyo de una conclusión en la secuencia argumentativa, como ya anticipáramos, sino se comporta como un marcador discursivo de la misma manera que pero, sin embargo y no obstante.

En tercer lugar, discursivamente, es decir en relación directa con los valores pragmáticos a que sirven en la comunicación, los tres tipos tipos de construcciones de sino que se han registrado en el corpus periodístico de principios del siglo XIX, en total integración con los tres valores semánticos básicos reconocidos para el conector sino, convergen hacia un único valor funcional discursivo. Este valor funcional de sino consiste en constituir un único recurso de realce del argumento que coadyuva a apoyar o rechazar una conclusión, de tres maneras diferentes pero igualmente relevantes:

1) Rectificando lo que se dice en el primer miembro y excluyendo de este modo lo conocido, lo consabido, o lo presupuesto o esperado, para dar paso a lo informativamente nuevo, a lo que al locutor le interesa y desea destacar como la información más relevante. Esta función discursiva se lleva a cabo a través de sino reformulador mediante la construcción gramatical de sino exclusivo.

2) Focalizando un miembro de la contraposición como el que se excluye de una totalidad negada, pero que, a la vez, es expuesto como lo que el hablante desea destacar. La función discursiva focalizadora se realiza por medio de la construcción de sino exceptivo.

3) Rechazando como único miembro válido lo que el alocutario presupone o espera, para dar paso a lo informativamente nuevo, lo no esperado, no consabido, coexistente con lo anterior y válido también, contenido en el segundo miembro que se presenta sumado a lo dicho en el primero mediante los refuerzos cohesivos aditivos. La función discursiva de coexistencia explícita que cumple sino en estas construccines se expresa gramaticalmente a través de la contraposición no excluyente.

Finalmente, en las tres construcciones de sino presentes en los textos del corpus de principios del siglo XIX que hemos caracterizado, el valor discursivo del conector consiste en poner de relieve mediante tres mecanismos de realce lo informativamente nuevo, lo que al locutor le interesa y desea destacar como la información más relevante para coadyuvar en apoyo de una conclusión.

Notas

1 Este estudio forma parte del Proyecto de Investigación Evolución histórica del español bonaerense. Perspectiva diacrónica y proyección actual, dirigido por la Dra. Elizabeth Rigatuso. Cuenta con el apoyo del Subsidio de Proyectos de Grupos de Investigación (PGI) de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Sur, y del Subsidio del Proyecto de Estímulo a la Investigación (PEI), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
2 Esta superposición de funciones argumentativas que hemos señalado ocurre sólo en el plano pragmático. En el plano gramatical pero es una conjunción y funciona como coordinante entre cláusulas y como conector textual entre oraciones. Sin embargo y no obstante, a diferencia de pero, no se usan como coordinantes entre cláusulas -por no ser conjunciones- sino entre enunciados. Por esta razón en los estudios sobre onectores (Portolés 1995, Fuentes Rodríguez 1998) se los considera adverbios oracionales.
3 La denominación (Schiffrin.1978, entre otros) es habitual en la bibliografía lingüística. Ahora bien, el concepto ha recibido otros nombres en español: conectores argumentativos (Portolés 1989), enlaces extraoracionales, (Fuentes 1987), para citar sólo algunos (véase en tal sentido una ampliación de datos en Martín Zorraquino y Portolés, 2000)
En el capítulo "Los marcadores discursivos desde el punto de vista gramatical" de la obra citada, M. A. Martín Zorraquino dice con respecto a los mismos: "con marcador discursivo se apunta a un concepto "pragmático" o "enunciativo": la integración de las unidades de predicación (las oraciones, las entidades equivalentes a ellas, o bien algunos de sus miembros) en el discurso"(1998:26). La autora proporciona en este capítulo, orientaciones para su abordaje: se refiere a su tratamiento en las gramáticas tradicionales del español, y en relación a la integración de los marcadores en la estructura oracional, presenta la opinión de los gramáticos actuales y autores de gramáticas del texto, y estudios pragmáticos. Plantea, asimismo, sus propiedades gramanticales en español (heterogeneidad categorial, distribución, etc.), las propiedades semántico-discursivas (sirven a la coherencia, hacen comentarios, son elementos enfatizadores, etc.) y pragmáticas (funcionan discursivamente como contra-argumentativos, reformulativos, etc).
4 Debido a la extensión del corpus que incluye los tres periódicos antes mencionados, en el presente estudio nos hemos limitado a considerar las ocurrencias de sino en El Telégrafo Mercantil, que, por otra parte, dada la variedad de tipos textuales que presenta y la amplitud de temática abordada por los mismos, constituye una muestra representativa de los usos de sino en el discurso periodístico de esta etapa de la lengua.
5 Sobre las razones por las cuales no estudia sino entre los casos de elipsis cfr. Barrenechea, 1979:21-37 n.14.
6 Según Echaide, se carece de un estudio detallado de sino a lo largo de la historia de la lengua (1974:10). Con respecto al origen del conector dice: "Corominas ha señalado que sinon(condicional si + adverbio no) "salvo", "a excepción de", procedente de una elipsis (nadi sinon son dos peones = nadi sinon dos peones, Cid 866 ), pasa a tener la función de una conjunción adversativa, indicando contraposición (non se faze assí, sinon...Cid, 140). Las dos construcciones se usan hoy en la lengua. Echaide cita a J.Corominas, según su Diccionario crítico-etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos, 1954-57,v..si.
Señala también la autora que -como hemos adelantado- las dos construcciones se usan hoy en español. Se dan entre ellas diferencias en el plano semántico y en el sintáctico.
7 En los ejemplos subsiguientes este periódico se citará como Telégrafo.
8 C.Fuentes Rodríguez (1998), M.Casado Velarde (1998), A.Briz y A.Hidalgo (1998), J. Portolés (1998), J. Portolés y M.A.Martín Zorraquino (2000) asignan funciones reformulativas a ciertos marcadores. Para Martín Zorraquino y Portolés los reformuladores son marcadores que presentan el miembro del discurso que introducen como una nueva formulación de un miembro anterior. La reformulación va desde la explicitación de un primer miembro que pudiera ser mal comprendido hasta la rectificación (2000: 4121).
9 Gramaticalmente, esta primera construcción exceptiva de sino se diferencia de la construcción exclusiva (No corre sino vuela) en que esta última no admite la alteración del orden de sus miembros sin que cambie el significado del enunciado, ni el reemplazo de sino por el subordinante condicional si + la negación no, como -según hemos visto- ocurre con la exceptiva.
10 La gramática tradicional ha establecido en español la distinción entre dos tipos de adversación: la exclusiva, que suele utilizar la conjunción sino, y la restrictiva, de la que pero es la conjunción más frecuente. En ambos casos hay contraposición de elementos coordinados, si bien en la restrictiva es parcial y los elementos se entienden como compatibles y en la exclusiva es total, y los elementos se entienden como incompatibles.
11 Barrenecchea ejemplifica esas cuatro combinatorias con los siguientes enunciados:
(- -) No sólo no estudia sino que tampoco atiende.
(+ -) No sólo aceptó colaborar sino que no quiso cobrar.
(- +) No sólo no lo aprobó sino que se enojó.
(+ +) No sólo aceptó sino que además dio dinero.

FUENTES DOCUMENTALES CITADAS.

El Telégrafo Mercantil, Rural, Político-Económico e Historiográfico del Río de la Plata. Colección años 1801-1802. Reimpresión facsimilar, Junta de Historia y Numismática Americana. Compañía Sudamericana de Billetes deBanco, 1914.

Correo de Comercio, Colección año 1810. Edición Facsimilar, Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1970.

Semanario de Agricultura, Industria y Comercio. Reimpresión facsimilar, Junta de Historia y Numismática Americana, 1937.

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recibido: 10 de junio de 2002
aceptado para su publicación: 12 de septiembre de 2002