"L'imitation du principe. Plotin et la participation, Jean-François Pradeau

José Schmidt

Universidad Nacional del Sur

Jean-François Pradeau, L'imitation du principe. Plotin et la participation. coll. Histoire des doctrines de l'antiquité classique, XXX, J. Vrin, Paris, 2003. 188 pp. ISBN 2-7116-1615-0.

Jean-François Pradeau no sólo es traductor de Platón o de los tratados plotinianos sino que también es reconocido como historiador de la filosofía antigua. Este libro se aboca al estudio de un tema clave en Plotino, el de la imitación (mímesis). Se divide en cuatro capítulos, el primero (pp. 19-56) trata los predecesores del platonismo medio y realiza un suscinto sumario de las hipóstasis plotinianas; el segundo (pp. 57-80) trata el problema de la procesión y el de la relación entre la imagen y la imitación; el tercero (pp. 81-104) estudia el retorno (epistrofé) entendiéndolo como asimilación al principio; el cuarto (pp. 105-147) analiza el tema de la contemplación y la semejanza. Finalmente el libro contiene una breve conclusión (pp. 149-154) que a partir del tratado 12 Sobre las dos materias (II,4) distingue entre imagen e imitación. Están como anexos el título de los tratados plotinianos, una tabla con su numeración cronológica y enéadica, una bibliografía selecta, un índice de los pasajes citados, uno de nombres y un útil índice de términos plotinianos.

La hipótesis de trabajo que guía el libro de Pradeau está explícitamente formulada en la introducción, en Plotino toda realidad es mimética, la mímesis es «uno de los primeros axiomas de la doctrina plotiniana» (p. 9), significa la respuesta al viejo problema platónico de la participación (méthexis). Plotino aunque sin pretensiones de innovación doctrinal o exegética introduce en el siglo III de nuestra era una nueva orientación del platonismo, «inaugura una nueva comprensión de de la hipótesis tradicional de la participación» (p. 11).

Al analizar los antecedentes del pensamiento plotiniano Pradeau se detiene en Alcinoos (que a partir de Whittaker ya nadie osa identificar con Albino), autor del Didaskalikós, y en Numenio de Apamea. Justamente en este manual del platonismo medio Pradeau denuncia la recepción distorsionada de la obra platónica que por ejemplo asimila las ideas de dios a las formas inteligibles (p. 25). El lúcido estudio sobre Numenio termina con su división de las divinidades. Luego se consignan las modificaciones doctrinales propias de Plotino, su lectura del Parménides, se caracterizan las hipóstasis y su concepto de imitación, una unificación hacia la unidad simple de lo Uno (p. 56).

En el segundo capítulo "Les images du principe" se analiza la hipótesis aparentemente paradójica planteada en V, 2, 1 de que lo Uno es todas las cosas sin ser ninguna de ellas, lo que Igal Alfaro denomina la ningunidad de lo uno. Después Pradeau a partir de un extenso pasaje V, 1, 6, 6-53 distingue ocho representaciones distintas de la procesión: a saber, producción, generación, imitación, iluminación, información racional, puesta en movimiento, actividad e impulso erótico. Por supuesto, tales representaciones son aproximaciones al proceso de generación. Se analizan entonces las aporías que plantea esta generación, dado que el uno es padre, y la relación icónica del alma con su principio.

En el tercer capítulo se diferencia netamente imagen de imitación. En el primer caso, se trata de un efecto, es el producto o la proyección de un modelo, mientras que en el segundo se trata de un agente, del sujeto de una actividad. Se analiza, como ya dijimos, el concepto de retorno, movimiento que tiene que realizar toda realidad para constituirse, asimilación al principio. Ahora bien, es importante destacar que Pradeau logra definir la asimilación en función de la imitación (p. 102) distinguiendo además entre el aspecto activo y pasivo de la semejanza (p. 103). En el último capítulo con meridiana claridad se va a detener en las trazas del principio haciendo hincapié también en el ámbito ético, en el alma humana.

La vasta obra de Plotino que se nutre de varias tradiciones bajo la égida de Platón no suele ser de fácil comprensión. Este libro de Pradeau sin lugar a dudas puede utilizarse como una guía de perplejos, por su precisión terminológica y por sus abundantes notas eruditas.