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Cuadernos del Sur. Historia

versão On-line ISSN 2362-2997

Cuad. Sur, Hist.  no.35-36 Bahía Blanca  2007

 

Bertranou, Eleonora, Rodolfo Walsh. Argentino, Escritor, Militante. Buenos Aires, Ed. Leviatán, 2006, 206 p.

Rolando Concatti*

* Escritor y ensayista E-mail: rolando@concatti.com.ar

Recibido 10/04/07
Aceptado para su publicación 10/05/07

La especialista en literatura de origen mendocino Eleonora Bertranou, con estudios de grado y posgrado en Estados Unidos, acaba de publicar una investigación sobre Rodolfo Walsh después de largos años de trabajo y numerosas entrevistas. Se trata de un libro que no dejará indiferente a casi nadie.

Es una investigación original, profunda, ampliamente documentada sobre el escritor argentino. Se podría pensar que ya todo está dicho a propósito de este hombre ejecutado y desaparecido durante la Dictadura. Innumerables estudios, artículos periodísticos, homenajes, antologías, reediciones le han sido consagradas. De distinto valor, claro. En la mayoría ha prevalecido la admiración, la advocación militante, el descubrimiento de nuevos documentos que agregan perspectivas, mucho los testimonios personales, siempre la nota ejemplar. Aquel hombre discreto, casi escondido, disimulado por la timidez y las normas de seguridad, aparece de pronto ante la luz un tanto indecente de lo público. Popularidad que da fama pero al mismo tiempo trivializa, despoja una vida de sus singularidades y contradicciones para volcarla en moldes rutinarios de héroes, militantes ejemplares, mitos.

Con ese cuerpo documental se ha enfrentado en su investigación Eleonora Bertranou, para conocerlo hasta el detalle más exhaustivo, pero también para catalogarlo, calificarlo, utilizarlo en lo que juzga válido y desecharlo cuando se evidencia incorrecto o manipulado. Esto da temperatura emocional al trabajo, puesto que atrás de la racionalidad y el discurso se presiente muchas veces la admiración pero otras tantas el disgusto, el fastidio.

Digamos que se trata, en lo fundamental, de una investigación universitaria, opción al doctorado, en las rigurosas pautas de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos de Norteamérica. Esto le otorga garantía de objetividad científica, rigor extremo, o al menos su intento. También esa "distancia metodológica" con el objeto de estudio que es norma y disciplina constante. (Bertranou ha conseguido, sin embargo, una curiosa empatía, una proximidad de inteligente afecto con Walsh, que no se advierte al principio pero que crece en la Segunda Parte).

Estos trabajos plantean siempre la incógnita del papel, decisivo o no, de los asesores o "padrinos" de tesis. Los hay permisivos y los hay obsesivos; estos últimos tiñen a veces con sus juicios - o prejuicios - el andar por los senderos de sus discípulos. No hay por qué alarmarse. En los libros no universitarios, para publicarlos, tenemos casi siempre que someternos a los criterios cuando no caprichos de un editor. Parece duro pero paradojalmente funciona bien; es mejor más miradas que nuestra sola mirada.

En la primera parte del libro, "Antecedentes de un revolucionario", Eleonora Bertranou realiza una muy extensa investigación -60 páginas- sobre los antecedentes familiares, grupales e histórico-culturales de Walsh; la tragedia, breve exaltación y nueva tragedia de su comunidad ampliada. Desde "Inmigración y trauma" hasta "Rodolfo Walsh elabora simbólicamente su existencia", asistimos a una historia dentro de la historia, una investigación dentro de la investigación, casi toda ella asombrosa, de los antecedentes humanos del escritor. Sin duda, en buena proporción, es lo que hace a este libro distinto, interesante y tal vez imprescindible.

Que yo sepa, ningún escritor argentino ha sido mirado tan lejos en sus raíces. Ni siquiera Borges, de quien sabemos algo de sus ancestros ingleses o criollos; menos aún Cortázar, con quien vamos poco más allá de su padre abandónico. Lo tenemos ahora de Walsh. Bertranou presenta el panorama de al menos cuatro generaciones, en buena medida arquetípicas de los inmigrantes más antiguos en el país. Los irlandeses trasplantados después de la gran hambruna de su país de origen, la difícil integración con sus soluciones endogámicas, el catolicismo como libertad y clausura. Da un marco conmovedor a la historia soterrada de nuestra Argentina, donde tantas vences el discurso triunfalista, exitista, positivo "crisol de rasas", disimula multitud de tragedias y fracasos en quienes nos precedieron, vuelve increíble nuestras impotencias o se desentiende de la ciclotimia permanente de nuestros estados de ánimo colectivos.

En esta situación, la autora se juega en sus interpretaciones con una suerte de coraje intelectual muy pocas veces visto en los estudios académicos. Plantea traumas, acumula señales, anticipa desenlaces. Dentro de la más bien convencional y casi tranquila interpretación psicológica de nuestro escritor guerrillero lo suyo suena distinto. Sin duda generará polémica y de eso hay que felicitarse; son muy pocos los libros que pueden acreditar ese saludable panorama.

La misma tesitura, la misma tensión tienen los capítulos de la segunda parte. "Walsh en Cuba" es un inesperado -por lo menos para mí- panorama de la vida del escritor en la Isla, su maduración en todos los sentidos imaginables. Como también un sabroso paneo de la Cuba "reciénrrevolucionaria".

Los últimos capítulos: "Walsh y la militancia", "Rodolfo Walsh y sus textos", siguen un cotejo detallado entre los últimos veinte años militantes con la producción de sus textos, literarios o políticos. No es la primera vez que se intenta, pero sí es la primera vez que se tiene la mirada sin renunciamientos de Bertranou. Como ya dije, crece la simpatía inteligente pero no disminuye la exigencia crítica.

Por otra parte, este es un libro escrito sin malicia; lo cual, claro, no es común. La autora muestra sus cartas, sus opiniones, igual que las que considera sus pruebas. Con un poco de picardía tendría más disimulos, más ambig üedades; no se expondría tanto.

Del mismo modo la "Introducción" es muy desafiante. Va más allá inclusive de lo que sigue en el estudio mismo. Como sus opiniones sobre el mito, con que se inicia el estudio propiamente dicho.

En una palabra, un libro distinto. No sé si definitivo pero sí más que interesante para sacudir la modorra de los "walshianos"; algunos de los cuales se sienten propietarios de verdades indiscutibles y ahora tendrán que revisarlas.