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Estudios Económicos

On-line version ISSN 2525-1295

Estud. Econ. vol.24 no.48 Bahía Blanca Jan. 2007

 

Bengoa, J. (editor), Territorios rurales. Movimientos sociales y desarrollo territorial rural en América Latina, Santiago de Chile, Catalonia, 2007, 613 pp.

La presentación de este libro sobre territorios rurales en América Latina reúne veinticinco estudios desde la óptica de los desafíos del desarrollo rural en el continente. Estos trabajos postulan el enfoque territorial a la luz del cual se observa la dinámica de los actores y los movimientos sociales, las organizaciones, el Estado, el capital y el mercado.

La publicación tiene su origen en el Programa Colaborativo de Investigación sobre Movimientos Sociales, Gobernanza1 Ambiental y Desarrollo Territorial Rural en América Latina el cual fue dirigido por RIMISP-Centro Latinoamericano para el desarrollo rural y financiado por el International Development Research Centre de Canadá (IDRC), Asimismo, el RIMISP se asoció para el diseño y ejecución del programa con el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) y el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE), ambos de Perú, el Instituto Danés para Estudios Internacionales (DIIS), Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) y la Facultad de Economía, Administración y Contabilidad de la Universidad de Sao Paulo. Además, los estudios principales del Programa estuvieron a cargo de equipos de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana de México; el Instituto de Estudios Ecuatorianos; la Universidad de Manchester, Inglaterra); el Grupo de Análisis para el Desarrollo, Perú; la Universidad de Sao Paulo; el Centro Brasileiro de Análise e Planejamento y el Instituto de Pesquisa Ambiental da Amazonia, Brasil. El Coordinador General del Programa en su primera etapa fue el ecuatoriano Manuel Chiriboga y, en la etapa final, José Bengoa, investigador chileno asociado a RIMISP.

El conjunto de la obra constituye un valioso aporte para el conocimiento de la diversidad de experiencias en una multiplicidad de territorios y de sujetos que los configuran. A su vez, los abordajes están centrados en una pluralidad de factores que pretenden dar cuenta de procesos virtuosos de desarrollo y crecimiento económico. Además, los análisis incorporan la perspectiva histórica -"un pasado económico y sobre todo cultural" (p. 11)- como telón de fondo que actúa de modo constante en las prácticas sociales.

Cabe considerar que los trabajos presentan un alto grado de heterogeneidad que lleva a un ordenamiento en tres partes. En la primera pueden distinguirse los aportes teórico-conceptuales y aquellos que tiene por objeto reflexionar y producir conocimiento sobre algunas experiencias aplicables en otras instancias. La segunda parte reúne los estudios que articulan la temática de los movimientos sociales con los territorios rurales. En tercera instancia se presentan aquellas experiencias vinculadas más directamente con la participación social y los territorios rurales. Principalmente, las dos últimas partes se nutren de los aportes de la observación directa acerca de los movimientos sociales y organizaciones rurales. El análisis y la reflexión sobre los resultados de las experiencias conllevan a reflexiones acerca de los aciertos y errores, los riesgos y oportunidades, las fortalezas y las debilidades; en síntesis, las posibilidades y las restricciones que presentan los territorios rurales para el desarrollo.

R. Abramovay, J. Bengoa, J. Berdegué, J. Escobal, C. Ranaboldo, H. Munk Ravnborg y A. Schejtman en un capítulo introductorio titulado "Movimientos sociales, gobernanza ambiental y desarrollo territorial" dan cuenta del reconocimiento de la articulación entre desarrollo y territorio. El territorio es entendido como un conjunto de vinculaciones resultantes de la interacción social y el impacto de los movimientos sociales sobre la manera de utilizar los recursos ambientales. Este capítulo expone los interrogantes que fueron expresados desde el inicio del programa y su posterior evolución. Así se van sucediendo distintas preguntas que inician y mantienen abierta la investigación del programa: "¿Hasta qué punto los movimientos sociales han contribuido a generar gobernanza ambiental a nivel territorial (nuevas instituciones, sistemas normativos, comportamientos, formas organizativas y modalidades de gestión)?" (p. 21); "¿Por qué razón es tan tímida y precaria la presencia y la participación de los movimientos sociales en los procesos localizados de desarrollo, aun cuando muchos de los temas que los componen existan justamente en función de sus luchas?" (p. 22); "¿Cuáles son los instrumentos de evaluación y monitoreo que informan a los dirigentes de los movimientos que sus acciones contribuyen para el proceso de desarrollo? (...) ¿Movimientos sociales representativos de ciertas categorías profesionales, de clase o étnicas pueden establecer relaciones durables y elaborar procesos de planificación con sectores sociales extraños a las bases que representan?; ¿Qué recursos necesitan para enfrentar este desafío (...) sin con ello perder su propia identidad?; ¿Cómo evitar que el sinnúmero de mesas de concertación, comisaría de desarrollo, consejos gestores, en los que la participación de los movimientos sociales es importante, los vuelvan organizaciones burocráticas responsables de la transferencia de recursos a ciertas regiones y poblaciones y sin ninguna capacidad de iniciativas innovadoras en el plano económico?; ¿Es posible compatibilizar una actitud crítica hacia las injusticias sociales –y, en el límite, hacia el propio capitalismo- con el estímulo a la participación de los pobres a mercados dinámicos y promisorios que les abran caminos para superar la situación en la que se encuentran?" (pp. 40-1).

En "Desarrollo territorial rural" A. Schetjman y J. Berdegué aportan cierta perspectiva para orientar acciones y sugerir formas de analizar la actuación de los actores, de las políticas públicas y de las instituciones a partir de una referencia territorial. El enfoque orienta su objetivo hacia la reducción de la pobreza en las áreas rurales a través del estímulo a procesos de transformación productiva e institucional. La transformación productiva tiene como objetivo articular de forma competitiva y sustentable la economía del territorio a los mercados dinámicos. El cambio institucional sugiere la interacción de los actores locales entre sí y con agentes externos, con la premisa de la participación de la población en el proceso de producción y en los beneficios. No obstante, cuando se examina lo que estos autores entienden por territorio, se percibe que su definición está más próxima al concepto de espacio que al concepto de territorio, tal como la Geografía los utiliza. A veces el territorio aparece, de hecho, como sinónimo del enfoque regional, desapareciendo por completo la consideración de las relaciones de poder.

La propuesta, tal como es formulada, debe ser entendida como una respuesta a la indagación al modo de pensarse el desarrollo rural a partir de una perspectiva territorial aplicada e instrumental. Sin embargo, es difícil encontrar referencias heurísticas y teóricas vinculadas al concepto de territorio y su relación con el abordaje analítico del desarrollo rural. En realidad, la ausencia de un cuestionamiento teórico del concepto de territorio es deliberada porque los autores no se proponen esa tarea. Sintéticamente, sus principales criterios orientadores del diseño de políticas basados en la superación de la pobreza rural son: a) interdependencia de la transformación productiva y el desarrollo institucional; b) concepción amplia de lo rural que integra actividades no agropecuarias y conexiones rural-urbano; c) territorio como espacio de identidad social; d) integración de agentes heterogéneos del territorio; e) participación de las comunidades y gobiernos locales. Como puede observarse, esta reutilización del concepto de "desarrollo" mantiene -aunque con modificaciones- las consideraciones generales como proceso de transformación social y económico- productiva a la vez que reutiliza nociones y terminología de los enfoques de desarrollo local y de los clusters.

Siguiendo con esta perspectiva, Sumpsi, en su artículo "Desarrollo territorial rural. Relaciones entre las transformaciones institucionales y productivas" recupera el desarrollo teórico desplegado por Schejtman y Berdegué pero se posiciona frente a las dificultades metodológicas que plantean las interrelaciones entre la transformación institucional y la productiva. "(...) ¿cuál es la dirección de causalidad de la relación entre transformación institucional y productiva, y cuál es su magnitud? ¿La transformación institucional lleva a la transformación productiva, o es al revés? ¿O se trata quizá de una relación biunívoca…" (p. 86). Sin embargo, el trabajo no logra verificar mediante evidencia empírica los aspectos esenciales de esta relación. Así, el autor tropieza con elementos que hacen imposible esa tarea. Estas razones son tres: a) uno de los programas seleccionados para la evaluación, los proyectos Comunity Driven Development (CDD), financiado por el Banco Mundial y otras agencias de desarrollo no aportan datos sustanciales dado que no tenían como objetivo el desarrollo productivo; b) la evaluación ex post del programa Leader II (1994-999) sobre unos mil territorios rurales europeos tampoco aportó demasiado. El contexto económico, social y de políticas públicas existentes en la Unión Europea es muy diferente del latinoamericano y, por tanto, la experiencia y los resultados no son extrapolables; c) las experiencias latinoamericanas que al ser puntuales, dispersas y no sostenibles en el tiempo tampoco tienen sistematización y evaluación conveniente. De este modo, si bien el trabajo aporta ideas acerca de las condiciones mínimas y los problemas vinculados a las transformaciones institucionales que aportan cambios en el sistema de la economía rural no consigue concretar su objetivo inicial.

En "Los desafíos de la investigación en territorios rurales: actores, intereses y habilidades sociales", Beduschi Filho parte de un interrogante fundamental que orienta los inicios de una investigación empírica: "¿Por qué utilizar el concepto de territorio para promover el desarrollo de regiones rurales?" (p. 102). El objetivo del autor es "identificar cómo la inserción en espacios colectivos y diversificados -social, organizacional y geográficamente- estimula alteraciones en la forma cómo se comportan los actores de una determinada región" (p. 103). La hipótesis que orienta la investigación sostiene que "el proceso de construcción social de los territorios, a través de la participación y la negociación en espacios colectivos, permite demostrar los intereses y habilidades sociales de los actores, al mismo tiempo que estimula nuevas relaciones de cooperación entre ellos que pueden llevar a la concretización de acciones colectivas orientadas a la promoción del desarrollo." (p. 103). El autor toma como base de su orientación teórica el trabajo de algunos autores provenientes de la Sociología (principalmente N. Flingstein y P. Bourdieu). Las nociones de "campo" y "habilidades sociales" son consideradas apropiadas por el autor para analizar los procesos de desarrollo territorial rural. El estudio de caso analizado en la región noroeste del Estado de Minas Gerais demostraría, desde esta perspectiva, la hipótesis planteada. Vale resaltar el análisis de la dimensión política que el autor incorpora al estudio. No obstante, es oportuno subrayar que el excesivo énfasis en la "cooperación" de actores conlleva a una debilidad explicativa de la dinámica de otros aspectos de la interacción social: la conflictividad y la competencia, en particular entre aquellos sujetos que tienen condiciones de vida e intereses diferentes.

En el capítulo "Territorios y desarrollo rural: la acción conjunta en los clusters: entre la teoría y los estudios de caso", Dirven aborda algunos aspectos teóricos sobre las dificultades de "desarrollar clusters virtuosos en economías pequeñas, quiénes son los actores que intervienen o deberían intervenir, y los elementos que llevan a una acción conjunta" (p. 117). Además, el trabajo resume algunas conclusiones sobre estudios de caso. De este modo, los enfoques prácticos e instrumentales prevalecen y las condiciones mínimas de los clusters actúan, según Dirven, como facilitadoras u obstaculizadoras del desarrollo.

Aguirre Ochoa y Medina Niño en su trabajo "La inclusión de los pequeños y medianos productores en el cluster del aguacate en la región de Uruapán, Michoacán" orientan el análisis de la experiencia del desarrollo regional de Uruapán mediante el enfoque teórico de Schejtam y Berdegué. Asimismo, la finalidad del estudio es extender propuestas de aplicación a otras regiones de Michoacán y de México. Los autores realizan prestan atención de los antecedentes históricos del aguacatate y del cluster de Michoacán, y abordan la inclusión y participación de los pequeños productores en el cluster. El artículo concluye con un tono optimista que reconoce la replicabilidad de la experiencia en la que se destaca el rol de las políticas públicas que permitieron integrar diferentes sectores productivos del cluster respondiendo al incentivo del mercado, destacando los logros que trascienden el ámbito regional y alcanzan el plano internacional.

"La modernización de la agricultura de soya en Paraguay" de Torres Figueredo y Filippi constituye un interesante abordaje de los antecedentes históricos de la economía agraria, la sociedad, la política y la geografía paraguaya. Asimismo, se describe la dinámica de un territorio rural en el cual "la mayoría de los actores sociales tienen vínculo con el Brasil pero en tierras paraguayas (...) territorio "brasiguayo" (p. 150). El estudio se reconoce a sí mismo como parcial y, finalmente, llega a algunas consideraciones parciales sobre las transformaciones productivas estudiadas. Entre las consideraciones merecen destacarse aquellas con tono normativo que apuestan a favorecer el desarrollo rural: a) avanzar en las discusiones acerca de los movimientos de territorios rurales, en particular con aquellos vinculados al conflicto entre "la expansión de la sojicultura brasileña y su encuentro con la agricultura familiar paraguaya" b) atacar el problema fuertemente el problema del acceso y la distribución de la tierra; c) "definir las condiciones adecuadas a los movimientos sociales y otros actores del desarrollo territorial como para suscitar una transformación productiva que vise (sic) mejorar los ingresos de los grupos más pobres y marginados"; d) "identificar necesidades y oportunidades de colaboración entre todos los sectores productivos del espacio rural" (p. 155).

Larson, Pacheco, Toni y Vallejo presentan su trabajo titulado "Desarrollo y territorios forestales: para comprender los impactos de la descentralización en los "pobres bosque-dependientes" de América Latina". Su tema y problemática revisten originalidad y abordan los resultados de una investigación realizada en Bolivia, Brasil, Guatemala, Honduras y Nicaragua. Concretamente, se analiza la relación entre los gobiernos locales y los ciudadanos dependientes de los bosques en el contexto de la gestión forestal. Los autores aplican la noción de "capital político para facilitar la comprensión de otras facetas de gobernabilidad en relación con la descentralización" (p. 156). Dicho instrumental conceptual considera los obstáculos que encuentra la participación de los pueblos dependientes de los bosques. En este sentido, se reconoce, mediante la investigación, que "las demandas de las organizaciones locales y los movimientos sociales han sido importantes para todos los logros en el mejoramiento de la accesibilidad a bienes" (p. 157). Asimismo, la investigación concluye reconociendo los riesgo que conlleva la descentralización de la tierra y bosques hacia los gobiernos locales "sin asegurar la responsabilidad hacia la base, y/o sin la existencia de las redes sociales que tienen la capacidad de exigir esta responsabilidad" (p. 169).

El trabajo "Las comunidades campesinas de la Sierra Sur del Perú, instituciones con identidad para asumir los retos del siglo XXI" de Haudry está animado por algunos interrogantes que resultan fundamentales en el análisis del mundo campesino alto andino. El autor, gerente de operaciones del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) para la Región Andina se pregunta: "¿Cómo son estas CC [Comunidades Campesinas] de inicios del siglo XXI, adónde van, qué proponen, para qué sirven estas instituciones creadas originalmente en la Colonia como mecanismo de autogobierno de indios y que sigue evolucionando como resultado de varios mestizajes? ¿Qué influencia tienen en el desarrollo del territorio y en particular por qué algunas de ellas parecen tomar su propia identidad cultural como el principal activo y motor para emprender el camino de su propio desarrollo?" (p. 187) Las respuestas no proceden de la investigación científica -según el propio autor indica- sino de la experiencia vivida en su trabajo de intervención en distintas iniciativas dirigidas a campesinos.

"Los dilemas del desarrollo en la Selva Lacandona. Movimientos sociales, medio ambiente y territorio en dos comunidades de Chiapas" de Reygadas, Ramos y Montoya es un estudio orientado por dos interrogantes principales: "¿qué consecuencias tienen los movimientos sociales sobre el desarrollo territorial? (...) ¿qué factores intervienen para hacer que esas consecuencias sean positivas o negativas?" (p. 200). Para la resolución de los mismos los autores analizan las repercusiones que han tenido en la mencionada región el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y otros movimientos indígenas y ambientales, a la vez que seleccionan como unidad de estudio dos poblados: La Corona y Frontera Corozal. El trabajo logra complementar y exponer eficazmente técnicas cualitativas (utilización de entrevistas a actores cualificados) y datos cuantitativos de diferentes fuentes. Las conclusiones pretenden mostrar una diversidad de dimensiones en las cuales los movimientos sociales y la problemática del desarrollo se combinan -con sus alcances y limitaciones- en los procesos locales, a saber, la innovación y diversificación productiva, los nuevos mecanismos de gobernanza territorial, la revalorización de lo indígena, el fortalecimiento de la participación, la fortaleza de los datos identitarios.

Ospina Peralta, Santillana Ortíz, Ortíz Crespo, Arboleda, Larrea Maldonado presentan el interesante trabajo "Movimiento indígena ecuatoriano, gobierno local y desarrollo económico: los casos del gobierno municipal de Cotacachi y el gobierno provincial de Cotopaxi", en el cual parten del reconocimiento de los resultados modestos -en opinión de los autores- de los proyectos de desarrollo rural en Ecuador y en América Latina. "La persistencia de la pobreza, la exclusión y la marginalidad de la mayoría de los territorios o incluso de las comunidades en las cuales estos proyectos han intervenido, suele ser la marca distintiva" (p. 237). Asimismo, se reconoce el inquietante papel desempeñado por el "movimiento indígena ecuatoriano" el cual protagonizó levantamientos, conquistó alcaldías, y participó en las luchas sociales contra el gobierno nacional de enero de 2000 y febrero de 2001. En las experiencias analizadas, la actividad de las organizaciones indígenas logró "mejoras percibidas por la población en servicios básicos y en el stock de la infraestructura social" (p. 277). Sin embargo, la investigación logra presentar algunas dificultades que han tenido los espacios de participación y debate (como ser: los períodos de estancamiento en la participación, las relaciones clientelares y corporativas) y la escasez de cambios positivos en el campo económico. Resulta destacable el trabajo de campo realizado mediante la participación de los autores en reuniones y entrevistas a los actores involucrados.

"Los movimientos sociales frente a la minería: disputando el desarrollo territorial andino" de Bebbington, Humphreys Bebbington, Bury, Lingan, Muñoz y Scurrah aborda las formas de resistencia a este tipo de inversiones extractivas. El estudio plantea dos hipótesis. Una de ellas parte de considerar que tales movimientos sociales influyen en el desarrollo territorial rural donde se da la inversión minera, mientras que la segunda sostiene que "las relaciones con actores internacionales son recursos claves para los activistas locales, y que (...) influyen de una manera significativa en las formas, ideas y estrategias asumidas por los movimientos sociales frente a la minería" (pp. 283-4). La investigación analiza comparativamente dos casos con una trayectoria histórica similar: Cajamarca y Cotacachi. El trabajo termina discutiendo "en qué medida los hallazgos ayudan a conceptualizar la relación entre movimientos sociales, desarrollo territorial rural y relaciones trasnacionales" (p. 284). En este sentido, las conclusiones privilegian una explicación de la conflictividad social en términos de distintas visiones del desarrollo territorial. Además -quizás la contribución más importante del artículo-, en el análisis de ambas experiencias se destaca la politización de la problemática del desarrollo por parte de los movimientos sociales. Esta observación da cuenta de la intervención de los mismos en la esfera pública para debatir el significado del desarrollo territorial rural en presencia de las grandes empresas mineras.

Abramovay, Magalhaes y Schröder presentan el trabajo "La agricultura familiar en el sur de Brasil entre sector y territorio". El texto parte del señalamiento de tres dilemas o desafíos esenciales que deben enfrentar los movimientos sociales del medio rural brasileño. Estos desafíos son: a) la diversificación (o "el dilema territorial: estos movimientos formados fundamentalmente por agricultores, actúan en regiones cuyo tejido social y económico se diversifica, y donde la agricultura representa una parte decisiva, pero cada vez menor, de la creación de riqueza y de la ocupación de mano de obra" (p. 316)); b) la innovación ("Los movimientos tienden a organizar los agricultores para que mejoren sus condiciones de vida en el ámbito de sus actividades corrientes, mucho más que estimularlos a prácticas innovadoras." (p. 317)); c) la gobernanza. El texto pretende discutir la influencia de las organizaciones de agricultores familiares sobre procesos localizados de desarrollo. Los autores parten de algunos interrogantes esenciales: ¿las conquistas de los movimientos sociales rurales favorecen el proceso de desarrollo?; ¿están construyendo las habilidades sociales necesarias para desempeñar un papel destacado en la construcción de tejidos sociales más ricos y diversificados que los actuales introduciendo la innovación y la participación política?

El trabajo "Gobernanza ambiental y desarrollo territorial rural en la frontera agrícola: el papel de las redes de movimientos sociales en la región transamazónica" de Toni busca entender el papel desempeñado por el Movimiento por el Desarrollo de la Transamazónica y Xingu (MDTX) en el establecimiento de mecanismos democráticos de desarrollo territorial rural y gobernanza ambiental. Este movimiento, por medio de la Fundación Vivir, Producir y Preservar (FVPP), que es su brazo ejecutivo, ha participado en diversos proyectos de desarrollo regional para introducir cultivos agroforestales y el manejo forestal sustentado en pequeñas propiedades. El objetivo general del estudio es promover la reflexión sobre los mecanismos de desarrollo territorial y de gobernanza ambiental, y analizar cómo estos se correlacionan. La metodología de investigación adoptada fue favorecida -según el autor- con una actitud de compromiso por parte del movimiento en el relevamiento de información. En las conclusiones, Toni, sostiene que "la gobernanza ambiental practicada por un movimiento social no puede ser entendida de manera separada del desarrollo territorial, lo que a mejor sea hasta obvio para los que son de la región y conviven con un devenir histórico de conflictos por la tierra, violencia y destrucción ambiental intensa" (p. 386).

"Movimientos sociales en la gestión del agua en Nicaragua" de Barrios Jackman y Wheelock Díaz pretende identificar el proceso de formación del movimiento social que ha surgido a partir de la problemática social en torno a una Ley General de Aguas y la privatización de ese recurso en dicho país. El trabajo tiene importancia en términos de dar cuenta de un proceso social particular que tiene similitudes con otros registrados en la presente década en el continente latinoamericano (el texto destaca la emblemática movilización popular de los habitantes de Cochabamba). Además, las autoras realizan un importante trabajo de campo basado en entrevistas en profundidad a representantes de la sociedad civil, funcionarios del gobierno (central y local), así como representantes de asociaciones municipales. No obstante, esa lógica particularista tiende a predominar y el enfoque descriptivo no deja paso a argumentos explicativos.

El capítulo titulado "Movilización social y la guerra del agua en Bolivia" de Alurralde tiene el mérito de describir un proceso social y político particular pero presenta fuertes falencias en términos de identificar los interrogantes y objetivos que guían su presentación como estudio social. En términos generales, puede afirmarse que es simplemente el relato de una experiencia cuya trascendencia está estrechamente ligada a la articulación de los regantes con el Movimiento Al Socialismo (MAS) liderado por Evo Morales como apuesta política para canalizar sus demandas y reivindicaciones, las cuales exceden la cuestión del agua.

"Ronderos y alcaldes en el conflicto minero de Río Blanco en Piura, Perú" de Diez Hurtado explora la paradoja entre considerar a la ausencia de comunicación y diálogo entre los actores como causa de los conflictos y la cantidad de intentos por encontrar espacios de diálogo y por terciar en los conflictos. El estudio se concentra en un caso particular y toma como punto de partida la descripción de los acontecimientos y de los actores involucrados. Posteriormente, avanza en la presentación de la experiencia de las mesas de concertación e intentos de diálogo. Finalmente, el autor alude a que las mesas de concertación propuestas como espacios de diálogo y de negociación de los diversos actores en conflicto se desarrollaron en el marco de una fuerte puja entre la población local (que se oponía al proyecto minero) y la empresa minera. De esta manera, las mesas de concertación se convirtieron en "espacios de construcción de equilibrio de fuerzas, de circulación de información y de construcción de opinión pública más que de solución de conflictos" (p. 442).

Schattan Coelho, Favaretto, Galvanezza y Menino presentan "Foros participativos y desarrollo territorial en el Valle de Ribeira (Brasil)". La idea que se discute es si "las instituciones participativas "bien diseñadas" pueden contribuir a la inclusión e interacción de un amplio espectro de actores, disminuir las asimetrías entre ellos y, a partir de interacciones destinadas a la negociación y al diálogo, originar proyectos políticos, económicamente viables que contribuyan al desarrollo regional" (p. 459). El estudio centra su análisis en dos foros participativos del Valle do Ribeira "con el objetivo de comprender el papel que ellos vienen desempeñando alrededor de dos polémicas regionales: la propuesta de construcción de una gran represa (...) y la definición de un programa de desarrollo sustentable" (id.) El trabajo concluye que si bien los procedimientos participativos avanzan entre los pobres (en general ya organizados), no se ha conseguido vincular a los muy pobres y sin vínculos asociativos. Además, se muestra la influencia que tienen las reglas de inclusión entre los posicionamientos adoptados en los foros. A su vez, se reconoce que "la contribución de los foros a la solución de esos impasses sigue siendo difícil de identificar" (p. 481).

El trabajo "Actores rurales y negociaciones en el norte argentino" de Manzanal busca "aportar información, análisis y reflexiones dirigidas a la formulación de políticas públicas para el sector pobre del campo argentino" (p. 482). La autora presenta experiencias vinculadas a experiencias organizacionales y territoriales de la población rural pobre de tres provincias (Jujuy, Salta y Misiones). El estudio concluye considerando algunas cuestiones importantes para el diseño de una política de desarrollo rural local: a) el surgimiento y crecimiento de ONG´s de distinto origen, recursos y capacidad, dirigido a reemplazar al Estado en su rol de asistencia social; b) la expansión en todo el territorio nacional de múltiples y variadas experiencias organizacionales, de conformación de redes y tramas territoriales, con diferente grado de desarrollo y consolidación; c) el crecimiento del mercado interno como generador de mejoras en los ingresos y calidad de vida de las familias de pequeños productores agropecuarios; d) la ausencia de coordinación y complementación por parte de los diferentes programas de desarrollo rural que actúan en zonas rurales; e) reconocer la potencial contradicción de objetivos entre las redes que operan en diferentes territorios rurales y las redes o tramas de organizaciones de un mismo territorio; f) contemplar la particular situación de la población que vive de los planes sociales de atención a desocupados y/o que subsiste por la migración estacional.

Eli da Veiga en "Vicisitudes de la gobernanza ciudadana los consejos regionales gaúchos (COREDE)" presenta las experiencias brasileñas los dos estados del extremo sur del país, los cuales tiene los más altos índices de desarrollo humano (IDH): Santa Catarina y Río Grande do Sul. En términos generales, predomina un enfoque normativo que cierra con un balance sobre la institucionalización de la región, considerando cuatro aspectos: a) alcance territorial; b) formación de imagen conceptual y simbólica; c) surgimiento de instituciones y organizaciones apropiadas; d) establecimiento de la región como parte de un sistema de regiones.

"El proyecto Olmos en un territorio árido de la costa norte peruana" es un estudio presentado por Zegarra, Oré, Glave que analiza "una larga trayectoria de acceso a diversos recursos como tierras, agua, bosques, animales y servicios municipales" (p. 514) y la implementación de un gran proyecto de irrigación (proyecto Olmos). Los interrogantes principales que se pretenden responder se vinculan a cuáles son los impactos actuales y potenciales del proyecto Olmos en las formas de gobernanza, estrategias económicas y normas e instituciones de los actores sociales locales y cómo se vienen configurando estos impactos del proyecto en la forma de gobernanza más importante, la comunidad de Santo Domingo de Olmos, especialmente en relación a sus derechos de tierras, bosques y agua. La investigación parte de considerar la evolución histórica del territorio y el rol de la población campesina y sus interacciones con otros actores locales, regionales y nacionales. El trabajo concluye con la presentación de los resultados respecto a la naturaleza potencialmente excluyente de los impactos del proyecto en los actores sociales y plantea la reorientación del proyecto hacia un desarrollo de carácter más incluyente.

"Sistema participativo para administración de los recursos hídricos: el caso de la cuenca del Choapa, IV Región de Coquimbo, Chile" de Maffei Rojo constituye una versión resumida de un trabajo de campo y una investigación mayor. El objetivo del estudio es "fomentar el manejo participativo de la cuenca del Choapa como unidad de planificación territorial para el desarrollo social, productivo y ambiental, desde una perspectiva integral y, en este caso, considerando la dimensión cultural y organizacional, como un factor relevante e indispensable para llevar a cabo la gestión del agua de manera sustentable, democrática y eficiente" (p. 551). La autora concluye poniendo de relieve las potencialidades y las debilidades institucionales.

Truffer, Maín, Tentor y Gamboa presentan su trabajo "Desarrollo territorial y ciudadanía. Un caso de gestión compartida en el departamento de Feliciano, Entre Ríos, Argentina". Los autores reseñan la experiencia de participación de instituciones y organismos públicos y privados que dio origen a la constitución de la una Unión Transitoria de Instituciones (UTI) con la pretensión de analizar -en un proceso de transformación del modelo de desarrollo durante la década de los noventa y la actual- de qué manera, se refleja en las acciones cotidianas de la comunidad de Feliciano. El enfoque metodológico es cualitativo e incluye técnicas de entrevistas en profundidad a los referentes comunitarios, encuestas a productores integrantes de los programas y apelando al método antropológico de la observación participativa. Las conclusiones a las que se arriban parecen indicar que "no hay una plena construcción democrática ni espacio de relaciones diagonales, pero lentamente se visualiza la recuperación de valores éticos como solidaridad, responsabilidad y autoestima" (p. 580).

El capítulo "Territorios y procesos de construcción social en la Sierra de Brigadeiro, Minas Gerais" de Fernandes, de Carvalho Fiúza, Rothman es un ensayo que describe una experiencia particular a la vez que señala los proyectos (y las visiones) de desarrollo local en posiciones antagónicas. En las consideraciones finales se aprecian claramente las concepciones sobre desarrollo y territorios que para los autores se considera apropiada: "el territorio se caracteriza por la manera de organizar las relaciones con el otro. De esta manera, el territorio puede ser también comprendido como un medio de construir y tratar problemas de organización. De esta forma llegamos a una concepción de desarrollo del territorio basada en una formación social que se constituye en base a un nivel de integración de las acciones y actores, de los grupos y de los intercambios" (p. 595).

Pérez Arrarte en su artículo "Territorios rurales avasallados. La producción de pulpa de celulosa proveniente de plantaciones forestales en Uruguay" se propone principalmente avanzar en el conocimiento y los impactos de dos megaproyectos para la construcción y operación de dos plantas industriales de celulosa, "caracterizados por la complejidad de los sistemas naturales y sociales involucrados, la incertidumbre que rodea el conjunto de procesos físico- naturales y sociales que se desarrollan, la importancia y las implicaciones futuras para las sociedades locales, nacionales, y el sistema global, que los albergan y/o impulsan" (p. 597). Los objetivos específicos se relacionan con el análisis y caracterización de tres dimensiones del desarrollo territorial rural: a) el sistema de actores sociales; b) la transformación productiva; c) las condiciones de gobernanza ambiental. No obstante, prevalece el carácter descriptivo del trabajo. Esta situación lleva a que no sea fácil saber cuáles son las conclusiones del autor; quizás la actualidad del proceso impidió de una caracterización más precisa.

Tal como se ha reseñado, los estudios presentan especial interés por dar cuenta de la complejidad y multiplicidad de territorios rurales de América Latina en los cuales entran en juego los actores y movimientos sociales, el Estado, el capital, los mercados, las relaciones de poder y las instituciones. En el conjunto de la obra, los enfoques normativos y descriptivos tienden a prevalecer sobre los teóricos y explicativos, los cuales no resultan suficientemente sólidos para dar cuenta de las relaciones entre las instituciones, la participación, los territorios y el desarrollo en al ámbito rural. Sin embargo, el trabajo es valioso en términos de acercarnos -a través de reflexiones sobre distintas experiencias- a las posibilidades y las restricciones de los territorios rurales para el desarrollo.

Fernando Romero

Notas
1 La noción de gobernanza (en otros autores mencionada como gobernancia o gobernance) hace referencia a las rutinas, reglas, costumbres, valores englobados en las instituciones de una región o territorio.